Los fines de la Orden

 El Art. 2 CC (Carta Constitucional de 3 de septiembre de 2022) es un texto normativo que viene a disponer el propósito religioso y humanitario de la Orden de Malta, como vemos a continuación: 

ARTICOLO 2

Finalità

§ 1 - In ossequio alle sue secolari tradizioni, l’Ordine ha il fine di promuovere la gloria di Dio e la santificazione dei membri attraverso la tuitio fidei e l’obsequium pauperum, specialmente verso i poveri e gli infermi, nel servizio al Santo Padre.

§ 2 - Fedele ai precetti divini ed ai consigli di Nostro Signore Gesù Cristo, nella fedeltà agli insegnamenti della Chiesa, l’Ordine testimonia le virtù cristiane di carità e di fratellanza, e conduce i suoi membri a divenire discepoli credibili di Cristo.

§ 3 - L’Ordine esercita le opere di misericordia verso i Signori malati, i bisognosi e le persone prive di patria senza distinzione di religione, di razza, di sesso, di provenienza e di età. In modo particolare esercita l’attività istituzionale nell’ambito dell’assistenza sociale e sanitaria, specie in favore delle vittime di calamità eccezionali e delle guerre, testimoniando la carità cristiana.



La Orden de Malta, una institución con una rica historia que se remonta a la Edad Media, reconocida por la Bula "Pie Postulatio Voluntatis", emitida por el Papa Pascual II en el año 1.113. Ésta ha sido un faro de caridad, devoción religiosa y servicio humanitario durante siglos y, precisamente, el artículo segundo de su Carta Constitucional, viene a hacer expreso reconocimiento de su fe cristiana, ilustrando claramente su propósito fundamental y su compromiso con la gloria de Dios, la santificación de sus miembros y el servicio a los necesitados.

Es especialmente interesante la lectura del primer apartado que establece que, "en honor a sus seculares tradiciones, la Orden de Malta tiene como fianlidad promover la gloria de Dios y la santificación de sus miembros." Un texto parecido era el del Art. 2.1 de la Carta Constitucional anterior, que disponía:

En honor a tradiciones seculares, la Orden tiene la finalidad de mediante la santificación de sus miembros promover la gloria de Dios, el servicio a la Fe y al Santo Padre y la ayuda al prójimo.

Vital será para la Orden la "santificación de sus miembros", cuestión que vinculará directamente a la "tuitio fidei" (defensa de la fe) y el "obsequium pauperum" (entrega a los pobres), que serán los pilares esenciales de su carisma. Además, estas acciones las realiza "en el servicio al Santo Padre", palabras que cierran cualquier tipo de discusión respecto de la obediencia al Sumo Pontífice de la Iglesia Universal. Con ello, al comprometerse a servir al Santo Padre, la Orden manifiesta su lealtad a la Iglesia y su papel en la defensa de los principios religiosos en un mundo en constante cambio.

Otra muestra de su naturaleza cristiana y de su voluntad de ser un medio para la santidad es el segundo apartado del artículo segundo de la Carta Constitucional, que resaltará la fidelidad de la Orden de Malta a los "preceptos divinos" y "los consejos de Jesús Cristo", así como su "a las enseñanzas de la Iglesia" (es decir, el Magisterio de la Iglesia, muy especialmente en el ámbito de su Doctrina Social). La Orden actúa como un testimonio viviente de las virtudes cristianas de la caridad y la fraternidad. Sus miembros se esfuerzan por ser discípulos creíbles de Cristo en su servicio a la humanidad. Este compromiso con los valores cristianos no solo es un recordatorio de las raíces de la Orden, sino también una guía para sus acciones en el mundo actual.

El tercer apartado destacará la misión humanitaria de la Orden de Malta al ejercer las obras de misericordia hacia los enfermos, los necesitados y las personas sin hogar, sin distinción de religión, raza, género, origen o edad. Por ello, observamos como la Orden operará en el ámbito de la asistencia social y sanitaria, especialmente en situaciones de calamidades y conflictos, donde actúa no bajo la mera solidaridad sino como una verdadera obra de misericordia, ejercitando la llamada caridad cristiana.

Finalmente, desaparece la mención de la anterior Carta Constitucional a la creación de entes para su actividad institucional (Art. 2.3 CC'1961). Por tanto, y a modo de conclusión, el Art. 2 de la Carta Constitucional de la Orden de Malta encapsula la esencia misma de su existencia: una orden religiosa dedicada a servir a Dios a través del servicio a los pobres, enfermos y necesitados. 

La dualidad de su compromiso religioso y humanitario refleja una larga tradición, propia de la Iglesia Católica, con quien queda unida tanto espiritual como jurídicamente, siempre en el servicio del Santo Padre y, por tanto, también de su grey. Por ello, en un mundo occidental gravemente secularizado, la Orden de Malta es una vía de santidad para sus miembros y voluntarios, entregándose a los más necesitados, dando verdadero testimonio de la fe.

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